jueves, 28 de febrero de 2008

Las reglas del juego (Exposiciones de clase I)

Justo antes del comienzo de la clase, un grupo de personas comentábamos la posibilidad de un "catacrack" final del sistema económico capitalista. La coyuntura actual amenaza con un futuro nada halagüeño, que comenzó con la quiebra de las hipotecas "subprime" en el centro del sistema (EEUU) y que no se sabe muy bien ni cuándo ni cómo terminará. A pesar de todo, y para nuestra desilusión, lo más probable es que, al final, no quedé más que en un susto (otro) y que la economía de los de "arriba" salga indemne aunque -eso sí- lo paguemos todos lo de "abajo".

Esta situación pone de manifiesto, de nuevo, que las crisis cíclicas son un rasgo esencial de este modelo, desde sus orígenes, por su propia naturaleza. Alguien, acertadamente, concluyó la improvisada charla con un "cuánta razón tenía Marx". Pues sí, para que negarlo. La exposición que vino a continuación explicó, precisamente, las características básicas que permiten delimitar la globalización económica actual. Un modelo de comercio internacional asimétrico y lleno de desigualdades que ha conducido al dominio hegemónico de unas cuantas grandes corporaciones, que lejos de la utopía del libre mercado, han configurado un sistema oligopolístico. Con estas reglas de juego, las multinacionales se convierten, así, en los dueños del mundo. Son soberanas. Con nadie por encima de su poder.

La lógica de la multinacional es la de la maximización del beneficio. Pero, además, a corto plazo y los más exponencialmente posible. Máxime si se tiene en cuenta que gran parte de los flujos de capitales que circulan están sujetos a tácticas especulativas. Se trata de una economía de casino. En la que la banca nunca paga, por cierto. Su poder omnívoro les lleva a presionar a la desregulación de los Estados, a devorar los impuestos y a desintegrar cualquier dique de contención social para los trabajadores... porque si ellas ganan es que alguien pierde.En un contexto así, el retorno de la política se convierte en una necesaria tabla de salvación. La vuelta de los Estados como actores clave. Pero aprendiendo del pasado, rectificando. Construidos a partir del empoderamiento popular, con la participación de toda la ciudadanía. Y con una nueva estrategia para afrontar con garantías esta encarnizada lucha que se librará en las próximas décadas: la conformación de bloques regionales, que permitan trazar uniones económicas y sociales y reformular el sistema actual. Bloques plurales, solidarios, que participen en igualdad de condiciones en un modelo de intercambio justo y que antepongan la calidad de vida de sus poblaciones a la especulación bursátil y al beneficio de las grandes corporaciones. En esta lógica es en la que hay que enmarcar la reconstrucción de proyectos como MERCOSUR.
Publicado por Jorge Resina

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