martes, 18 de marzo de 2008

Saudade


No es muy difícil comprender mi "saudade" de los cursos que he tenido la oportunidad de profesar en el primer cuatrimestre del curso. Ha sido una gran experiencia. Tengo que reconocer que desde hace años siempre lo es, pero este año ha sido si cabe más intenso, más interesante, y de mayor alcance. He publicado ya algunos cortos en mi web, la cual os invito a visitar nuevamente, y cómo no, a dejar vuestros comentarios en ella.

En este cuatrimestre, como sabéis, no tengo clases, y estoy trabajando sobre vuestro trabajo, lo que habéis dicho, y lo que se puede interpretar de lo que se dice en este blog y en cada uno de los blogs individuales de cada uno. Este trabajo de investigación intenta acercarse a partir de vuestras experiencias a las necesidades básicas que es preciso introducir en proyectos educativos innovadores en la universidad española. Sin duda, ya se están haciendo cosas, pero todavía tenemos una distancia real importante entre lo que es nuestra universidad y lo que ya son otras europeas o americanas.

Estoy seguro de que las mayores distancias están en las formas metodológicas en el aula; no se trata tanto de contenidos, como de formas, aunque no se puede dudar que las formas muchas veces son coherentes con los contenidos, o al menos, con la eficacia del aprendizaje de esos contenidos.

Motivación a través de la participación, de la cooperación y respeto al otro, del establecimiento de proyectos y objetivos difíciles, pero posibles, construidos a partir de las propias necesidades de aprendizaje de los alumnos y de la orientación de los profesores, son aspectos que pueden contribuir decisivamente a la transformación de las formas. Pero no es propiamente una cuestión de motivar, porque la motivación ya está en el alumno, que cuando se le aporta algo que vale la pena, se apunta sin mirar el aprobado o no, sino con el objetivo de aprender.

Y estoy seguro de que la participación tiene mucho que ver con aprender a trabajar con otros, con valorar el trabajo de los otros, con eso de que "el otro es el que nos salva", pero también tiene mucho que ver con que puedan hacerse aplicaciones de los aprendizajes, que les encontremos:
a) el sentido global que pueden tener y sus aplicaciones; y
b) la acción, una acción que conlleve situaciones más prácticas, más cercanas al desarrollo del sentido de lo real, del sentido de la realidad.

Nuestra universidad sigue siendo muy teórica y necesita acercarse a lo real, insertarse en la vida, en la sociedad, en el conocimiento a partir de lo que ha sido siempre: "la experiencia es la madre de la ciencia" y la experiencia ha de ser vivida, cercana, conocida de primera mano, no vale que nos transmitan la experiencia de otros, porque para los que la reciben se convierte en experiencia "muerta", porque no ha sido vivida, sino que es aprendida por creencia o convencimiento racional, pero no se ha sentido. Y .... no es posible saber sin vivir. ¿o sí?

Roberto Carballo