viernes, 8 de febrero de 2008

La realidad social a través de mi canción

El Barrio "Diario de uno más"

El mar, el mar se ha llevado mi norte,
mi honra, mi sombra y mi vida
y no me ha dejado nada.
Quién me presta una barquita
para poder cruzar el estrecho
hoy tengo la mar tranquila,
pero el cielo tengo negro.
Quien me presta unas alitas
para poder llegar a puerto,
quién me presta a mi una manta
por si acaso cambia el tiempo.
Quien me presta un pasaporte,
para poder llegar a otro suelo
soy un alma del estrecho de la muerte,
yo soy un misionero.
Quién me presta una barquita
para poder llegar a puerto.
Hoy mi corazón muere y agoniza
traigo en mi dolor, ganas y sonrisas
hoy mi corazón muere y agoniza
traigo en mi dolor, ganas y sonrisas.
Hubo alguien en la vida
que gritó a los 4 vientos,
pintor que pinta iglesia
con tu pincel extranjero,
aunque la Virgen sea blanca
pintame angelitos negros.
Como me cruje la madera
de la barca de los sueños,
yo soy un hombre sin frontera no,
que no me llamen marinero
yo no tengo amor en puerto,
yo dependo de los vientos.
Hoy mi corazón muere y agoniza
traigo en mi dolor, ganas y sonrisas
hoy mi corazón muere y agoniza
traigo en mi dolor, ganas y sonrisas
Mares del estrecho,
que de vidas te has llevado
quien me compra la impaciencia,
yo hasta incluso la regalo.
Hoy mi corazón muere y agoniza
traigo en mi dolor, ganas y sonrisas
hoy mi corazón muere y agoniza
traigo en mi dolor, ganas y sonrisas

SI. “Todos los hombres son iguales, con independencia de la raza, el color de su piel o sus creencias”. Esta frase que probablemente cualquiera suscribiría sin pensárselo dos veces, plantea un sinfín de problemas a la hora de llevarla a la práctica.
El tema de la inmigración se ha convertido en una cuestión problemática en muchos países, España entre ellos. Unos defienden la igualdad absoluta de los seres humanos y otros aportan diferentes soluciones al problema.
El tema de la inmigración es un asunto complicado en sí mismo, más allá de los enfoques más o menos tolerantes que se le quiera dar. Y es que, desgraciadamente, no todo el mundo considera a los inmigrantes, con independencia del país que sean, como iguales, como personas que se ven forzados a salir de sus países buscando trabajo y oportunidades que en su país se les niega.
Jugarse la vida cruzando el Estrecho en una patera nos permite hacernos una idea de la desesperada situación en la que viven muchos seres humanos. La mayoría de las personas que dejan su país lo hacen por necesidad, con el objetivo de lograr una vida más digna.
Como personas iguales que somos, la inmigración es un problema de todos.
Publicado por victoria castellano

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