domingo, 4 de noviembre de 2007

Valor añadido

La clase de Sistema Económico Mundial del pasado día 31 de octubre me dio mucho de qué pensar. En esta clase, Roberto Carballo defendía la postura de que la mayoría de las empresas con marcas comerciales fuertes venden sus productos muy por encima del precio del mercado, justificado por la inclusión en dichos productos de un cocodrilo, un tick o un fantasmita blanco sentado en el suelo con cara de gilipollas. Mientras que el profesor tiene razón en defender que la mayoría de las veces estos precios inflados sólo lo son como reclamo a las clases más pudientes para que puedan presumir de su “pudiencia” (léase poder), se equivoca (desde mi punto de vista) en rechazar la máxima universal de que “cuanto más caro, mejor”.
Esta máxima universal tiene como punto fundamental de apoyo la idea de que para que un producto sea mejor que el de la competencia, el primero deberá tener un valor añadido respecto del segundo, y que ese valor añadido implica un coste mayor para el fabricante. Por lo general, uno sólo hace una compra equivocada si acaba llevándose el producto que menos satisfacción le dé. La satisfacción viene de la combinación adecuada de calidad y precio, las dos variables principales en una transacción comercial. Si un producto ofrece una calidad, unas “prestaciones” superiores al producto competidor, será el primero el que tenga asegurada su ventaja en el tema de la calidad. Será el producto que el consumidor compre si el incremento de precio con respecto al del producto de menor calidad sea comparable de alguna manera con el incremento de calidad. Un incremento en el precio muy por encima del incremento en calidad deslegitima el producto como producto competente.
Publicado por Gregory 04 de Noviembre de 2007
1 respuesta a “Valor añadido”
Roberto Carballo dijo ésto el 04 de Noviembre de 2007 a las 18:40:
la maxima de más caro mejor no siempre se cumple, eso es lo que he dicho en clase y sigo diciendo ahora. La gente, cuando no sabe que escoger, escoge aquello que es más caro, o se queda con las ganas de haber comprado lo más caro, pero no siempre lo más caro es lo mejor. Es cuestión de saber elegir, y es cierto que la mayoría de las veces lo más caro es mejor, pero no siempre. Creo que me has entendido mal o no he sabido hacerme entender. Un abrazo, Roberto Carballo
(http://www.robertocarballo.com/)

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