martes, 20 de noviembre de 2007

"La violencia es la razón de la ignorancia"

El pasado miércoles hablamos en clase, evidentemente, de economía. En este caso, relacionada con España.
Pero también solemos hablar en la introducción de la clase de autores, textos o libros que no tienen que ver específicamente con la asignatura. En ese caso se habló de pedagogía y en concreto de Paulo Freire y de Francisco Ferrer i Guardia. De “la escuela moderna”, un libro de este último, es precisamente la frase que encabeza esta entrada.

Por qué elegí esto del libro y por qué un fragmento tan corto se explica fácilmente tras uno de los acontecimientos más polémicos, trágicos y abominables que han ocurrido en estos últimos días: el asesinato de Carlos, joven de 16 años, a manos de un militar de ideología fascista.

Lo que a primera vista los medios de comunicación camuflaron como una pelea entre bandas, se veló posteriormente como lo que siempre fue: un asesinato político.

Curiosa es también la cada vez mayor implicación de cuerpos del Estado en agresiones de este tipo. La transición política española, que se vendió como modélica, dejó a medias la depuración de muchas instituciones estatales como el ejército. Esto ha permitido que durante estos años sirviese como refugio a ideologías de corte racista.

La relación evidente con la clase del otro día y con la frase del libro de Ferrer i Guardia es que la educación en las personas es fundamental. Es fundamental porque el conocimiento da respeto hacia los demás. Porque cuando se es un ignorante y no hay capacidad de razonamiento, el único resquicio que queda es la violencia para imponer tus argumentos.

Así pasó el domingo y así pasa casi todos los fines de semana, llenando las calles de Madrid de intolerancia y violencia. Ayer todo fue un torbellino de emociones, hoy he conseguido poner mis ideas en orden. No he aprendido muchas cosas nuevas de esto, sólo he logrado reafirmarme en lo que pienso. He recordado o vuelto a tener en mente que los mismos que mataron a nuestros abuelos vuelven a la carga de nuevo.

Carlos, no te olvidamos

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