martes, 11 de diciembre de 2007

LA CASA POR EL TEJADO

LA CASA POR EL TEJADO

Ahora sí, parece que ya empiezo a entender.
Las cosas importantes aquí,
son las que están detrás de la piel.
Y todo lo demás...,
empieza donde acaban mis pies.
Después de mucho tiempo aprendí,
que hay cosas que es mejor no aprender.
El colegio poco me enseñó.
Si es por esos libros, nunca aprendo...
a coger, el cielo por las manos.
A reir, y a llorar lo que te canto.
A coser, mi alam rota,
a perder el miedo a quedar como un idiota.
Y a empezar la casa por el tejado.
A poder dormir,
cuando tú no estás a mi lado.
Menos mal que fui un poco granuja.
Todo lo que sé, me lo enseñó una bruja.
¡Ruinas!,
no ves que por dentro estoy en ruinas.
Mi cigarro va quemando el tiempo,
tiempo que se convirtió en ceniza,
¡Raro!,
no digo diferente digo raro.
Ya no sé si el mundo está al revés,
o soy yo el que está cabeza abajo.
El colegio poco me enseñó.
Si es por el maestro,
nunca aprendo...a coger,
el cielo por las manos.
A reir, y a llorar lo que te canto.
A coser, mi alma rota,
a perder el miedo a quedar como un idiota.
Y a empezar la casa por el tejado.
A poder dormir,
cuando tú no estás a mi lado.
Menos mal que fui un poco granuja.
Todo lo que sé,
me lo enseñó una bruja.

FITO & FITIPALDIS

Esta es la letra de la canción: "La casa por el tejado" de Fito & Fitipaldis. Es un grupo de música español creado en 1998 por Fito Cabrales. Su tipo de música es muy variado, desde el rock, pasando por los blues, el soul, el swing, y muchos más. Con su último disco: "Por la boca vive el pez" han logrado convertirse en la primera banda de su historia en colocar toda su discografía de estudio entre los cien discos más vendidos de España. Sus letras suelen tratar de historias personales, con gran contenido social. La canción que tenemos aquí representa, desde mi interpretación, una protesta contra la educación recibida por los jóvenes de hoy en día. El cantante empieza percantándose de la existencia de algo más allá de las cosas, que hasta ahora le había pasado inadvertido. Ha descubierto que la primera capa no es la importante, que siempre se puede y se debe ahondar, rebuscar en el interior. Todo lo demás carece de importancia. De hecho, dirá que según que cosas es mejor no aprenderlas, para continuar haciendo un reclamo al colegio, que le otorgó una educación que derivó en su incompetencia en la comprensión de la realidad. No le enseñó lo verdaderamente importante de la vida, que lo tuvo que aprender por sus propios medios. En esta búsqueda de la verdad se encuentra solo. Todos los estereotipos que conformaban su concepción del mundo han caído, y ya no es capaz de comprender qué es lo que sucede a su alrededor, si es él el problema, o por el contrario es ajeno al mismo. Ante esta situción, en la que se encuentra perdido, vuelve a arremeter contra la educación recibida.En la actualidad se hace excesivo hincapié en que los niños recopilen datos y más datos en sus pequeñas mentes. Datos que terminarán archivados para nunca más ser recordados, ni utilizados. Quizás nos estemos olvidando de lo esencial. Enseñarles a los niños precisamente a ser lo que son, niños. Enseñarles a reir, a jugar, a soñar......Hoy en día ya no se tiene tiempo ni para soñar. El niño vuelve de la escuela, donde se ha pasado una media de seis horas recopilando información innecesaria. En el momento en el que así lo fuera, podría acudir a las fuentes apropiadas. Por el contrario, entra por la puerta de casa y su mayor ilusión se limita a enchufarse a la videoconsola, o encender la televisión. ¿Dónde han quedado aquellos juegos en los que la mejor copañera era la imaginación?, ¿y aquellas muñecas cuya mayor posesión eran un par de piernas y otro de brazos? Lo demás se dejaba para la libre interpretación. Para los niños ya no es necesario jugar. Los juguetes juegan solos. Los perros ladran, los peluches hablan, los coches se dirigen solos, las muñecas saben comer y hacer sus necesidades....¿ y qué espacio hemos dejado para el desarrollo de la imaginación? Ninguno. Luego nos quejaremos de las generaciones que vienen. Les obligamos a madurar cada vez antes. No les dejamos ser niños. Y a cada etapa de la vida le corresponden unas vivecias. El sujeto, desorientado, ya no es consciente de esa correspondencia. Cada vez es más prematuro el consumo de alcohol, pero nos vamos más tarde de casa de nuestros padres. ¿No resulta algo contradictorio? Desde mi opinión, resulta un tema digno de un análisis exhaustivo.
Publicado por Marta Martínez

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