lunes, 17 de diciembre de 2007

Inflación y plusvalía

Los precios crecen a un ritmo insostenible en los últimos meses, quizás como respuesta a la duración excesiva del ciclo recesivo en las ondas largas de tipo Kondratieff. La precarización salarial es creciente, alcanzando cotas importantes de Ejército de reserva del trabajo, con el agravante que supone la "flexibilidad" (=adaptación a la esquizofrenia pragmática del capital=esclavitud retroalimentada), esto es, la pérdida del "itinerario vital". La necesidad de extracción de plusvalía continua triunfante en la estela "global" del capital, pero está llegando a un punto de "no retorno": la historia nos enseña que la economía-mundo capitalista se ha ido adaptando a sus continuas fases depresivas, sentando las bases para una nueva fase expansiva. ¿Problema? Que la extracción de la plusvalía, en lugar de producirse por un aumento de la productividad (que incluiría también el trabajo), se ha producido a expensas del capital financiero improductivo y desclasando a sectores masivos de la fuerza de trabajo. La crisis continúa (se agravará) y, evidentemente, el beneficio tiene que mantenerse a costa del trabajo. Si continúa y/o se agrava la crisis recesiva, es de suponer que el ejército de reserva del trabajo aumentará de forma considerable, de tal que la demanda de trabajo establecerá los salarios de modo que la plusvalía se mantenga: ¿problema? Que esos salarios/condiciones de empleo/precarización ya se han alcanzado, y es complicado (bueno, podemos volver al siglo XIX, quién sabe) que aún se rebajen más. Así, la plusvalía a costa de la fuerza de trabajo se mantendrá, pero la recesión la tendría que rebajar: fuerza de trabajo en condiciones de lumpenproletariado, recesión económica visible, capital improductivo al frente...los precios están conectados en el circuito del sistema-mundo (así que el incremento sobre unos tendría su reflejo directo sobre otros), pero la "subida visible" se está experimentando en productos de primera necesidad (el pan, los huevos, la leche a precio de ¡gasolina!...). Hay dos opciones: o bien la situación continúa, y allá penas (cuidado porque la extracción de la plusvalía alcanza niveles insostenibles para el bienestar y el incremento de precios ataca la pervivencia directa), o el capital se racionaliza para retornar a un modelo de "crecimiento productivo". ¿No hay tras el incremento de los precios de primera necesidad, aunado al nivel de extracción de plusvalía "de ejército de reserva", un experimento de pervivencia a costa, todo, de la fuerza de trabajo? (bueno, no es por dar ideas, pero sostener ambos extremos de la cuerda desde la misma posición es un poco complicado). Es decir, que ya para mantenerse no es suficiente con la extracción centro-periferia, sino que el centro tiene que ejercer el intercambio desigual, también, sobre sí para mantener la economía-mundo capitalista. Y todo ello con un crecimiento importante de la privación relativa...un poco preocupante, ¿no?
Publicado por Pedro Limón López

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