"Nadie educa a nadie, así como nadie se educa a sí mismo, los hombres se educanen comunión y el mundo es el mediador".
Este educador brasileño consideraba el diálogo como una parte fundamental en la pedagogía, pues a través de la conversación nuestra educación informal se ve enriquecida. Y es ahí donde entran las otras personas: solo reunidos para conversar, podemos compartir la parte educacional que cada uno hemos recibido a lo largo de nuestra vida, y así recibir nuevas ideas.
La educación, entonces, se convierte en una especie de intercambio entre seres humanos, siempre curiosos y con ganas de saber y aprender.
El papel que Freire da al mundo, como mediador, tampoco debe ser olvidado: sin un contexto en que relacionarnos, sin una información y unas ideas de lo que nos rodea, la educación no existiría. Nos necesitamos unos a otros para vivir.
Publicado por Estefanía Minguela Garza
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