La figura del observador permite que se tenga consciencia de este proceso y que se notifique la existencia de un output real.Este modelo exige un trabajo riguroso por parte de cada miembro y una honestidad intelectual capaz de mantener una permanente tensión entre lo que puede ser o no ser verdadero. A partir de estas premisas, el grupo ha estimado la necesidad de estudiar el MERCOSUR como un fenómeno histórico, que surge en un contexto determinado, y cuyas causas históricas inmediatas lo determinan de forma relevante. Además se acordó la importancia de analizarlo dentro de un marco teórico (el del sistema mundo) que permita identificar sus elementos clave. Tras esta contextualización teórico-histórica, se comienza a rastrear en la fisionomía del propio objeto de estudio, el MERCOSUR. De forma que se describa sus elementos institucionales y se explique los movimientos internos y externos (geopolíticos) que se dan tanto dentro como alrededor de la organización. Una comprensión de las tácticas y estrategias de los actores implicados (Estados, agentes económicos y grupos sociales) pasa por ser, por lo tanto, el siguiente punto de análisis.
La próxima etapa requiere entrar en contacto con las consecuencias derivadas de la creación del MERCOSUR y estudiar la evolución de los indicadores socio-económicos. Esta relación con los datos permite evaluar el impacto de la organización en el área latinoamericana que engloba y facilita una base objetiva (dentro de lo posible).
Llegados a este punto, el grupo decide lanzar redes sobre la realidad en forma de hipótesis.Cuestiones como el cambio cualitativo que puede suponer la reciente entrada de Venezuela o cómo el nivel de éxito del MERCOSUR dependerá de la diversificación productiva endógena y de la ausencia de asimetrías internas y del desarrollo de instituciones comunitarias más allá de las meramente intergubernamentales se plantean como preguntas ineludibles para el grupo.
Publicado por Jorge Resina
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