Mientras los filósofos no sean reyes,o los reyes y príncipes de este mundo carezcan del espíritu y poder que infunde la filosofía, y la grandeza política y la sabiduría no se unan en una misma persona, y no se obligue a permanecer a un lado a aquellas naturalezas plebeyas que persiguen una de ellas con exclusión de la otra,las ciudades nunca remediarán sus males.
Publicado por Marta Martínez
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